martes, 17 de abril de 2012

Yo, Morlock #11: Boicot

A los españoles se nos hinchan las criadillas de fervor patriótico fácilmente según el motivo, provocando esto una disminución en nuestra percepción del mundo que nos rodea y una alarmante disminución de nuestra inteligencia y criterio, así como un peligroso sentido de la intolerancia. Este cuadro sintomático suele ir acompañado de una conocida actividad conocida como boicot. El fútbol suele ser una de las causas más conocidas y probadas de esta inflamación gonadal con sus nefastos efectos secundarios, aunque hay situaciones que nos causan este incremento del fervor patriótico que resultan mucho más alarmantes por su inutilidad y falta de coherencia y sentido.

Recientemente, el gobierno, haciendo alarde de su estulticia y capacidad, lanzó una cruzada patriótica contra Francia provocando una ola de fervor nacionalista español por causa de una broma de mal gusto que no pasaba de sketch de relleno. ¿Resultado? Hicimos un ridículo espantoso al soliviantarnos como simios enfurecidos por la gracieta de unos guionistas que no merecía la mayor atención.

En estos días estamos viviendo otro episodio similar, ridículo por la obsesión por parte de las altas esferas de convertirlo en una pelea de barrio hispano-argentina a causa de la nacionalización de Repsol YPF. ¿Que Cristina Kirchner ha decidido que el gobierno de Argentina compre el 50.01% de la filial de Repsol allende los mares? Bien, si lo ha hecho será de acuerdo a la legalidad económica internacional, de lo contrario, tendrá que responder ante las autoridades competentes en esta materia a este nivel. Mientras tanto, se trata de cundir el pánico y producir otra oleada de esa inflamación de las zonas bajas de los españoles, haciendo un burdo uso del patriotismo. ¿En qué nos afecta realmente que Repsol, una multinacional por muy española que sea, pierda el control de una de sus filiales? Absolutamente en nada a menos que seas accionista de esta empresa. Aquellos que posean acciones si que pueden tener motivo de queja, pero para ello deben acudir ante la autoridad competente en estos casos. Es incomprensible como se trata de generalizar un problema de economía a gran escala como si fuera una declaración de hostilidades por parte de una nación del Cono Sur americano.
¿Realmente a quien beneficia este boicot declarado a Argentina? A nadie. Tan sólo sirve para perjudicar a los pequeños y medianos empresarios de nacionalidad u origen argentino que poseen negocios en España, consumen en España y pagan impuestos en España... ¡¡ESTAMOS TIRANDO PIEDRAS CONTRA NUESTRO PROPIO TEJADO!! No salimos beneficiados, al contrario. Esto nos perjudica ya que así sólo logramos producir perdidas en los comercios, supermercados, restaurantes, etc. que son propiedad de argentinos, venden productos argentinos o tienen empleados a argentinos. ¿Qué han hecho para ser objeto de esta muestra de intolerancia gratuita dirigida para crear una cortina de humo y así distraer la atención de problemas más graves?

Sin embargo si que hay otro objetivos más digno de recibir un boicot por parte de los españoles:

La Casa Real.
Los Borbones ya nos están tocando bastante las narices.
Asistimos pasmados al juicio de Urdangarín, en el que, prácticamente a diario, se destapan nuevas   corruptelas, trampas, arreglos poco claros y demás muestras de corrupción y enriquecimiento impropio mediante la estafa. Para más inri, encima tenemos que ver como la infanta es intocable por mucho que prediquen con la boca grande que "todos somos iguales ante la ley".


No contentos con esto, vemos como el nieto mayor del Rey, Froilán, por una negligencia de su padre, se dispara en el pie y, rápidamente, la derecha acude en su defensa con argumentos tan vacuos y peregrinos como "son cosas de niños". Claramente se ha producido una ilegalidad, el chaval tiene 13 años, y la ley indica claramente que la edad mínima son 14, lo cual da oportunidad para afirmar alegremente y con el convencimiento que aporta la estulticia: "que si, tiene 13, pero los 14 los cumple en julio"... ¿Y que más da cuando cumpla la edad legal mínima? La cuestión es que no se puede entregar a un niño un arma de fuego y menos si no se cumplen las condiciones mínimas que exige la legislación vigente.


Y para acabar, tenemos el inoportuno, nefasto y equívoco viaje de S.M. el Rey Don Juan Carlos I ha realizado a Botsuana para dedicarse a la caza del elefante africano, especie en peligro de extinción. En primer lugar, la situación económica general del estado español no es la más apropiada para realizar viajes suntuosos para hacer safaris de caza. El Rey ha mencionado en ocasiones que hay que hacer esfuerzos por la austeridad económica, y nos encontramos esto que contradice por completo sus palabras. A todo esto, le añadimos el mal gusto que supone ver a un Jefe de Estado dedicándose a matar animales declarados en peligro de extinción. 


Sin embargo, ahí no acaba la cosa, pues fue un espectáculo bochornoso y vergonzante ver los desmentidos, declaraciones y demás balbuceos emitidos por representantes del gobierno. Parece mentira ver como Rajoy y los suyos nos sorprenden más con su capacidad para resultar lo más ineptos posible en las situaciones que más transparencia y confianza requieren. ¿El Rey en África y ha resultado herido? ¿Pero es que alguien sabía que S.M. se había ido? ¿Sí? ¿Que tú lo sabías? ¿Y por qué no lo has dicho antes? ¿Qué se te ha olvidado? Pues vaya. En resumen: lamentable espectáculo ver como nadie sabia hacer una declaración firme y fiable sobre el conocimiento o no por parte del gobierno del viaje del Rey.

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