La fantasía y el terror
Aunque no es una criatura especialmente llamativa, espectacular o con tintes románticos como otros tipos de no-muertos (zombis, esqueletos, liches, fantasmas, vampiros, etc.), el necrófago también ha tenido su papel en la fantasía, pero en menor medida. Su aparición suele ser como seres menores, más peligrosos por su número que de forma individual y/o sometidos al dominio de algún no-muerto, nigromante o señor oscuro poderoso, formando parte de su servidumbre o huestes. Una característica que se le suele aplicar a estos seres, suele ser el hecho de que sus garras poseen algún tipo de toxina venenosa que infecta a sus víctimas, paralizándolas o dañándolas. Un buen ejemplo de esto es el caso del necrófago en Dungeons & Dragons o Warhammer, en donde esta criatura se ciñe perfectamente a la descripción dada.
En el campo del terror, vale la pena destacar la aparición de los necrófagos en la obra de H. P. Lovecrat y Clark Ashton Smith, donde estos seres aparecen con el nombre de gules en castellano y ghouls en inglés.
Los gules son criaturas que moran en túneles bajo los cementerios, tanto en las Tierras del Sueño como en el mundo de la vigilia. Son fácilmente identificables por sus rasgos caninos, pezuñas en los pies, piel gomosa, olor a moho y tumba y repugnantes costumbres. Sus túneles se extienden bajo los cementerios de todo el mundo, donde recogen sus presas y las llevan a las Tierras del Sueño para devorarlas, arrojando los restos al valle de Pnath.
La organización social de estas criaturas es bastante escasa y anárquica, siendo sus líderes ocasionales individuos a los que respetan y deciden seguir. En las Tierras del Sueño se han aliado con los ángeles descarnados (nightgaunts), que les sirven como transporte cuando necesitan desplazarse más allá de sus túneles. Aunque a veces hagan pactos con Primigenios como Nyoghta o Mordiggian, como especie no sirven a ningun señor y viven libres y sin ataduras. Sin embargo han surgido dos corrientes entre los gules: los Tradicionalistas que adoran a Mordiggian y siguen las costumbres de robar en las tumbas y los Renegados, que prefieren dedicarse a la emoción de la caza, raptando seres vivos para matarlos y devorarlos.
No son hostiles con los humanos que hayan tomado contacto con ellos y hayan aprendido su lengua de gimoteos y balbuceos, o que porten un ankh, símbolo que respetan y puede ser utilizado a modo de salvoconducto o bandera blanca para cruzar territorio gul o contactar con ellos. Pero pueden responder con dureza contra aquellos que se interpongan en sus asuntos.
La relación entre gules y humanos es estrecha, hasta el punto de que un humano puede transformarse en gul si sigue su dieta y comienza a vivir entre ellos. Además, en ocasiones estos demonios necrófagos también raptan a niños humanos y los cambian por una de sus crias.
Ghûl, Gul y Ghoul
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