miércoles, 24 de julio de 2013

Casas de Subastas: Historia de la puja y la venta

La subasta es una venta organizada de productos que se basa en la competencia directa y, en la mayor parte de los casos, pública. En ella los compradores o postores compiten entre ellos realizando ofertas por el artículo en venta, de manera que aquel que pague la mayor cantidad de dinero o bienes se hará con la propiedad del producto. El bien subastado se adjudica al postor que más dinero haya ofrecido por él, aunque si la subasta es en sobre cerrado, el bien se adjudica a la mejor oferta sin posibilidad de mejorarla una vez conocida.

Tradicionalmente, las subastas se clasifican en dos grandes tipos: subasta en sobre cerrado (que pueden ser de primer precio o de segundo precio) y la subasta dinámica, que puede ser subasta ascendente (inglesa), descendente (holandesa), o de "todos pagan" (subasta americana). Existen también las subastas inversas o de compra, en la que el comprador convoca a los posibles proveedores o vendedores. Este tipo de subasta es la que se realiza para las compras gubernamentales.

Las subastas son mucho más antiguas de lo que comúnmente se cree, ya que la propia palabra subasta tiene raíces que se hunden profundamente en la historia. Originalmente viene del latín sub asta, bajo lanza, ya que el reparto de las tierras conquistadas entre los soldados se marcaba clavando una lanza en la parcela que el participante ganaba en suerte. También la venta del botín de guerra se anunciaba con una lanza y se realizaba ante la misma.

Existen dos ejemplos históricos que destacan por ser de los más famosos. Por un lado, durante el imperio babilónico se llevaba a cabo anualmente una subastas de esposas. Durante la misma se comenzaba a subastar a la mujer más bella, siguiendo con las demás una a una. Era la única forma legal de "obtener" esposa. Por otro lado, durante el imperio romano, eran habituales las subastas de esclavos, capturados durante las numerosas campañas militares para ser vendidos en el foro. Los fondos obtenidos con estas ventas se usaban para financiar la maquinaria bélica del imperio.

Sin embargo, el sistema de venta basado en la subasta fue relativamente raro hasta el siglo XVII. Posiblemente, la más antigua casa de subastas al mundo, la Estocolmo Auction House (Estocolmo Auktionsverk), se estableció en 1674 en Suecia.

Poco después de la Revolución Francesa, a finales del siglo XVIII, se celebraban subastas en tabernas para vender artículos de arte. Estas ventas se realizaban diariamente y se imprimían catálogos para anunciar los artículos en venta, para destacar los objetos raros de coleccionista, siendo este el origen de los catálogos de las casas de subastas. Las dos casas de subastas más importantes fueron fundadas en 1744 y 1766. Se trata de Sotheby's y Christie's.

Sotheby's, llamada originalmente Baker's, se fundó en Londres el 11 de marzo de 1744, cuando Samuel Baker presidió la liquidación de los "varios cientos de valiosos y raros" libros de la biblioteca de Rt. Hon. Sir John Stanley. Aunque durante muchos años ofreció las mejores y más completas bibliotecas de las figuras y personalidades más importantes, pronto se inclinó por las bellas artes. En este campo, su primer gran éxito fue la venta de una pintura de Frans Hals por 9.000 guineas en 1913. La empresa con su nombre actual se remonta a 1804, cuando dos de los socios originales de la empresa (Leigh y Sotheby) decidieron establecer su propia firma de distribución de libros.

Por su parte, Christie's se fundó en Londres el 5 de diciembre de 1766 por James Christie. Esta casa de subastas logró obtener rápidamente una reputación entre las casas británicas aprovechando el alza en el mercado de obras de arte que hubo en Londres tras la Revolución Francesa. Christie’s fue una empresa pública desde 1973 hasta 1999, hasta que se convirtió en propiedad privada por el francés François Pinault. En septiembre de 2010, el ex presidente Rodale Steven Pleshette Murphy asumió el cargo como director general, convirtiéndose en el primer consejero delegado estadounidense en la historia de la casa de subastas.

Las casas de subastas también han trascendido las fronteras físicas, actuando en internet, llegando a hacer su aparición en los videojuegos de rol multijugador masivos en línea o MMORPG (massively multiplayer online role-playing game), convirtiéndose en un lugar de compra-venta entre jugadores, donde vender o adquirir materiales, armas, armaduras y otros elementos consumibles y útiles para su uso dentro del juego. Quizá los dos ejemplos más notorios de esto sean los famosos títulos de Blizzard Diablo III y World of Warcraft, o Guild Wars 2 de ArenaNet.

Las casas de subastas son una excelente manera de adquirir obras de arte o de, en estos tiempos de crisis económica, obtener algunos fondos vendiendo esos cuadros, esculturas, etc. que se guardan en casa, en ocasiones heredados y que pueden obtener una buena tasación en la casa de subastas, servicio que suelen ofrecer de forma gratuita. Para las situaciones en las que sea necesario recurrir a los servicios de una casa de subastas, a menos que previamente se conozca alguna, suele ser necesario recurrir a la búsqueda en internet. Para evitar ese engorroso trámite, se puede acudir a Goya Subastas, una casa de subastas sita en Madrid que se especializa en pintura, muebles y artes decorativas. Una recomendación que vale la pena tener en cuenta si se busca seriedad y profesionalidad.

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