Título original: Thorns
Autor: Robert Silverberg
Año: 1967
Género: Ciencia-Ficción / Romántica
Sinopsis:
Minner Burris: un maduro astronauta convertido por los cirujanos
alienígenas en un ser que ya no es completamente humano. Lona Kelvin:
cobaya de un experimento genético, la madre virgen de un centenar de
hijos a los que nunca llegará a ver. Duncan Chalk: un vampiro psíquico
que alimenta a través de su imperio del espectáculo a millones de
mirones, al tiempo que se alimenta a sí mismo con el dolor y la
desesperación de los demás.
Tres personajes, un amor, un odio, un ansia. Y, por encima de todo, una maravillosa historia de amor en los límites de lo concebible.
Tres personajes, un amor, un odio, un ansia. Y, por encima de todo, una maravillosa historia de amor en los límites de lo concebible.
Crítica:
Robert Silverberg es un nombre que no debería resultar desconocido para los aficionados a la ciencia-ficción. Uno de los escritores más relevantes del género, conocido por el excelente desarrollo de sus personajes y por su uso de conceptos y sub tramas filosóficas que permiten una interesante reflexión al lector, demuestra con esta novela porque es un nombre a tener en cuenta dentro de la ciencia-ficción.
En esta novela, en un entorno futurista, un magnate de los medios de comunicación y del ocio reúne a dos personas gravemente traumatizadas, un astronauta de 40 años, mutilado físico gravemente alterado por cirujanos alienígenas, y una joven de diecisiete años aun virgen que ha sido usada como cobaya y fuente de materia prima en un experimento genético de reproducción in vitro (recordar al lector que esta novela vio la luz en el 67, por lo que las madres de alquiler y la fecundación in vitro eran aun conceptos de ciencia-ficción) convertida en una mutilada psicológica al saberse madre de un centenar de bebés y ver como la mantienen forzosamente separada de ellos. El objetivo de reunir a esta dispar pareja que tan poco parecen tener en común es el rodar un reality show en el que los espectadores asistan en directo a una relación que pasa de la amistad al amor y como las diferencias que hay entre ellos parecen alzarse en insalvables obstáculos que les llevan a acabar discutiendo y provocando grietas entre ellos. Todo un visionario, Silverberg se adelantó a los realitys que pueblan hoy en día la televisión y que son meros espectáculos chabacanos para satisfacer el ansia de cotilleo y de miserias humanas de los espectadores. Pero la situación va más allá, pues Chalk, el magnate que los une, es un vampiro psíquico que se alimenta de emociones negativas y decide formar esa pareja para obtener una fuente de alimento para sus crueles apetitos.
Con esta trama se desarrolla una asombrosa y sorprendente historia de amor que une a los dos protagonistas. De esta historia surge una hermosa relación, que, con sus altos y bajos, con sus momentos de alegría y tristeza, no se deja llevar por lo empalagoso y huye de las tórridas escenas sexuales que parecen ser el motivo central de otras novelas románticas. Con un excelente desarrollo de los personajes, Espinas se alza como la fusión perfecta de la novela romántica y la ciencia-ficción, elaborada con el toque maestro de Silverberg. Una magnífica historia, con un excelente final y una oportunidad de reflexionar sobre el amor y la pareja a través de una de las grandes obras de la ciencia-ficción.
En esta novela, en un entorno futurista, un magnate de los medios de comunicación y del ocio reúne a dos personas gravemente traumatizadas, un astronauta de 40 años, mutilado físico gravemente alterado por cirujanos alienígenas, y una joven de diecisiete años aun virgen que ha sido usada como cobaya y fuente de materia prima en un experimento genético de reproducción in vitro (recordar al lector que esta novela vio la luz en el 67, por lo que las madres de alquiler y la fecundación in vitro eran aun conceptos de ciencia-ficción) convertida en una mutilada psicológica al saberse madre de un centenar de bebés y ver como la mantienen forzosamente separada de ellos. El objetivo de reunir a esta dispar pareja que tan poco parecen tener en común es el rodar un reality show en el que los espectadores asistan en directo a una relación que pasa de la amistad al amor y como las diferencias que hay entre ellos parecen alzarse en insalvables obstáculos que les llevan a acabar discutiendo y provocando grietas entre ellos. Todo un visionario, Silverberg se adelantó a los realitys que pueblan hoy en día la televisión y que son meros espectáculos chabacanos para satisfacer el ansia de cotilleo y de miserias humanas de los espectadores. Pero la situación va más allá, pues Chalk, el magnate que los une, es un vampiro psíquico que se alimenta de emociones negativas y decide formar esa pareja para obtener una fuente de alimento para sus crueles apetitos.
Con esta trama se desarrolla una asombrosa y sorprendente historia de amor que une a los dos protagonistas. De esta historia surge una hermosa relación, que, con sus altos y bajos, con sus momentos de alegría y tristeza, no se deja llevar por lo empalagoso y huye de las tórridas escenas sexuales que parecen ser el motivo central de otras novelas románticas. Con un excelente desarrollo de los personajes, Espinas se alza como la fusión perfecta de la novela romántica y la ciencia-ficción, elaborada con el toque maestro de Silverberg. Una magnífica historia, con un excelente final y una oportunidad de reflexionar sobre el amor y la pareja a través de una de las grandes obras de la ciencia-ficción.
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